Cuando un líquido sube por un tubo capilar, es debido a que la fuerza intermolecular o cohesión intermolecular es menor que la adhesión del líquido con el material del tubo; es decir, es un líquido que moja. El líquido sigue subiendo hasta que la tensión superficial es equilibrada por el peso del líquido que llena el tubo. Éste es el caso del agua, y esta propiedad es la que regula parcialmente su ascenso dentro de las plantas, sin gastar energía para vencer la gravedad.

En la edificación, la capilaridad se produce en dos fases.

En un primer acto, los materiales de construcción se impregnan por la tensión superficial del agua, tal y como se explica más arriba.

Y en un segundo acto, la humedad presente en los materiales de construcción, en un medio con una concentración de sales importante (salitre) y generalmente con pH entorno a 8-9 (alcalino), se produce un campo electroestático capaz de elevar el agua en su interior hasta metro y medio aproximadamente (dependiendo del grado de permeabilidad al vapor del revestimiento).

Nuestros técnicos medirán:

• el diferencial de potencial (milivoltios) de sus muros y tabiques,
• la humedad presente a diferentes alturas para determinar la franja húmeda,
• la tenencia en nitratos y nitritos para determinar el origen del agua (freática, saneamiento, abastecimiento, lluvia, etc.)
• mediante imagen termográfica analizar la heterogeneidad o homogeneidad del ascenso del agua

Entre otras numerosas pruebas que determinarán el alcance de la lesión y sus procedencias para implementar las medidas pertinentes que configuraran un tratamiento eficaz al 100% y definitivo.